Los Picos de Europa son un macizo montañoso localizado en el norte de España que pertenece a la parte central de la cordillera Cantábrica. Aunque no es muy extenso, su cercanía al mar hace que sea pródigo en accidentes geográficos de gran interés. En la actualidad el parque nacional de los Picos de Europa constituye el segundo parque nacional más visitado de España, después del parque nacional del Teide (Tenerife).[2]
Esta formación caliza se extiende por Asturias, León y Cantabria, y en ella destacan sus alturas, en muchos casos por encima de los 2500 m s. n. m., por lo cerca que se encuentran del mar Cantábrico, pues en su punto más septentrional apenas distan 15 kilómetros del mar. Geográficamente los Picos de Europa se encuentran en la línea de la cordillera Cantábrica, si bien son considerados como una unidad independiente de esta por su formación más reciente. Ocupan una superficie total de 67 455 hectáreas repartidas entre las tres provincias.[cita requerida]
Los Picos de Europa están divididos en tres macizos: el macizo Occidental o Cornión, el macizo Central o de los Urrieles, y el macizo Oriental o de Ándara.
Las mayores alturas se encuentran en el macizo de los Urrieles, que pasa por ser el más agreste de los tres, pues catorce de sus cimas superan los 2600 m de altitud, con la Torre Cerredo, de 2650 m,[3] como techo de estas montañas y tercer máximo de toda la península ibérica, después de Sierra Nevada y los Pirineos. Otra montaña que forma parte de este macizo es el Naranjo de Bulnes, de gran importancia histórica en el alpinismo español. Fue conquistado por primera vez el 5 de agosto de 1904, por Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa, y su compañero de cordada y guía Gregorio Pérez Demaría el cainejo, pastor natural de Caín de Valdeón,[cita requerida] ascensión que se considera como el nacimiento del alpinismo en España.
En el macizo Occidental o Cornión, llamado así por la forma de cuerno que ofrece su silueta al ser visto desde el oeste, destaca la Peña Santa, que con sus 2596 m de altitud supera en 110 m a la siguiente cima de este macizo, la Torre de Santa María o Torre Santa de Enol. Por estas dos montañas, la Peña Santa y la Torre Santa, este macizo se conoce asimismo como el de las Peñas Santas.
El macizo Oriental, también llamado de Ándara por estar en él el circo del mismo nombre, es el más modesto de los tres, tanto en altura (su techo, la Morra de Lechugales, alcanza los 2444 m de altitud) como en verticalidades.
Etimología
Algunos historiadores han llegado a identificar los Picos de Europa con el legendario monte Vindio en el que, según el cronista Lucio Anneo Floro, los cántabros se refugiaron de las legiones romanas y donde pensaban que «habían de subir las olas del mar antes que las armas de Roma».[4]
En la Ora Marítima, una obra de Rufo Festo Avieno que recoge el Periplo massaliota del 530 a. C., ya se describe cómo los navegantes que pasaban por la costa cantábrica hacia Bretaña distinguían estos montes, a los que se ha identificado con el «septentrión nevado» del poema.[5]
En el año 1530 el historiador Lucio Marineo Sículo las denominó ya Rupes Europae.[cita requerida] Ambrosio Morales, cronista de Felipe II, las cita en 1572 como Montañas de Europa.[cita requerida] Fray Prudencio de Sandoval, en 1601, las llama Peñas o Sierras de Europa,[cita requerida] al igual que el portugués Rodrigo Méndez Silva,[cita requerida] el benedictino Gregorio de Argaiz,[cita requerida] el jesuita Luis Alfonso de Carballo[cita requerida] y el también monje benedictino Francisco de la Sota.[cita requerida][6]
Existen numerosas teorías sobre por qué recibieron su nombre los Picos de Europa. Tradicionalmente se ha asociado el origen de su toponimia al hecho de que supuestamente era la primera tierra europea que los navegantes divisaban al venir de América, aunque este supuesto no es compartido por muchos estudiosos.
Otras hipótesis sugieren que la denominación viene por la sorpresa que para los visitantes de la península ibérica suponía encontrar estos enérgicos farallones calizos en los confines de Europa, o que fue acuñada por los peregrinos centroeuropeos que hacían el Camino de Santiago, que habrían llamado así a estas montañas por su parecido con los Alpes.
Sea como fuere, la realidad es que se desconoce a ciencia cierta la razón, máxime si se tiene en cuenta que los habitantes de las comarcas próximas las llaman simplemente Picos.
Geografía
Los Picos de Europa se encuentran situados dentro de la línea que, de oeste a este, ocupa la cordillera Cantábrica. Comprenden una superficie más o menos rectangular de unos 20 kilómetros de norte a sur y aproximadamente de 35 km de oeste a este, lo que da unos 550 kilómetros cuadrados.
Tan modestos son en extensión como ricos en número de cimas y picos, contándose catorce por encima de los 2600 m, cuarenta de más de 2500 m, y prácticamente doscientos cincuenta que superan los 2000 m de altitud.
Los distintos macizos vienen definidos por los ríos que los escoltan y atraviesan. Así, el conjunto de los Picos de Europa está limitado por los ríos Sella y Dobra, por el oeste, y por el Deva por el este. Otros dos ríos, el Cares y el Duje, fueron los encargados de, en una labor de millones de años, esculpir los valles por los que hoy discurren y así dar forma a los tres macizos. El Cares separa los macizos del Cornión y los Urrieles, y, más al este, el Duje separa estos del macizo de Ándara.
Administrativamente, estas montañas están enclavadas en tres comunidades autónomas distintas: el Principado de Asturias, Cantabria y Castilla y León (provincia de León). Cabe destacar que la zona central de los Picos, los Urrieles, prácticamente equidista de las tres capitales provinciales, Oviedo, León y Santander, situándose a unos 85−90 km de ellas. También es destacable el pico Tesorero, en el macizo Central, por ser un trifinio o punto en el que coinciden los tres límites provinciales.
Vega de Liordes, enclave del sector leonés del parque nacional de Picos de Europa perteneciente al municipio de Posada de Valdeón registró -35,8 °C el 7 de enero de 2021.[7]
Los tres macizos
Macizo Occidental o Cornión
Es el más extenso de los tres macizos y está limitado por los ríos Sella y Dobra al oeste y por el Cares al este. Administrativamente, se encuentra situado entre Asturias —concejos de Amieva, Cabrales, Cangas de Onís y Onís— y León —municipios de Sajambre y Valdeón—.
Es muy importante destacar que este conjunto de montañas, donde también se encuentran los lagos de Covadonga, así como la Santa Cueva de Covadonga, integraron desde el año 1918 el primer parque nacional creado en España. Por aquel entonces fue llamado parque nacional de la Montaña de Covadonga, siendo renovado, ampliado y renombrado en 1995, recibiendo la denominación de parque nacional de los Picos de Europa. En este macizo se pueden distinguir distintas zonas que se detallarán de norte a sur.
Zona norte
Zona central
Área de las Peñas Santas
Sector de la Bermeja
Macizo Central o de los Urrieles
Grupo de la Peña Maín
Grupo del Naranjo de Bulnes
Grupo de Torrecerredo
Grupo de Peña Vieja
Sector del Llambrión
Las peñas Cifuentes
Macizo Oriental o de Ándara
Como ya se señaló anteriormente, el macizo de Ándara es el menos extenso de los tres y también el menos pródigo en alturas. Su principal eje se extiende de suroeste a noreste, dividiéndose en dos vertientes en el punto donde se concentran sus mayores alturas, en torno al Circo de Ándara. Este macizo está escoltado por los ríos Duje al oeste y Deva al este y administrativamente se encuentra situado entre Asturias y Cantabria.
Descripción del macizo de Ándara
Cultura
La orografía y la climatología existentes en los Picos de Europa han definido a lo largo del tiempo unos rasgos muy particulares de sus habitantes. La ganadería y el pastoreo de montaña, la producción de forraje y el almacenamiento de heno para el invierno son actividades típicas de la zona. Asimismo la gran variedad de quesos elaborados en las diferentes comarcas, como Picón, Cabrales, Gamonéu, Liébana y Valdeón.
Fauna
Véase también: Anexo: fauna de los Picos de Europa
De la fauna presente en los Picos de Europa destaca el rebeco cantábrico (Rupricapra pyrenaica parva). Su presencia en las zonas más elevadas de los macizos resulta tan espectacular como sorprendente es su agilidad en un terreno tan difícil, pues es el único que osa aventurarse en los Picos hasta sus zonas más altas.
En lugares más accesibles hay una mayor variedad de especies, como el corzo, el ciervo, el jabalí, el zorro, el oso o el lobo. En los ríos, la nutria, el mirlo acuático, el Martín pescador, el salmón atlántico y la trucha. Y sobre todo al peculiar urogallo, que aunque su presencia es mayor en la Cordillera Cantábrica, aquí también se puede ver y escuchar su canto. El urogallo habita en los bosques, donde convive con el pito negro (Dryocopus martius), la perdiz, el gato montés, el lirón, la ardilla y la gineta.
Entre las más de 100 variedades de aves que se pueden encontrar en el parque natural, destacan las grandes rapaces, como el águila real, el águila culebrera, el alimoche, el buitre leonado y el quebrantahuesos. También habitan la chova piquirroja, la chova piquigualda y el cuervo. Y se puede observar el vuelo del acentor, la bisbita y el gorrión alpino.
Flora
La escasa distancia de los Picos de Europa a la costa, de aproximadamente 30 kilómetros, permite que en ellos se desarrollen especies vegetales tanto atlánticas como mediterráneas. La vegetación presente en los Picos se puede diferenciar según la altura a la que se encuentra. Así se pueden señalar las áreas dominadas por la encina, el roble y el haya.
Por encima de los 1500 m, debido a la altura y a lo escarpado del terreno, la presencia vegetal se limita, allí donde el suelo lo permite, a la pradera alpina. Destacan especies del género Sedum y Saxifraga entre las grietas de las rocas. A menor altura se puede apreciar la presencia de especies vegetales como el fresno, el enebro, el abedul, el nogal o el tilo, así como algunas especies de flores, como la aguileña cantábrica, el alhelí de campo o la siempreviva. También podemos encontrar plantas carnívoras, como la Pinguicula vulgaris.
En 2017, junto con otros hayedos de España y Europa, los de Cuesta Fría y Canal de Asotín fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como extensión de los Hayedos primarios de los Cárpatos y otras regiones de Europa.[8]
Pastores de los Picos de Europa: Premio Pueblo Ejemplar de Asturias 1994
En el año 1994, los Pastores de los Picos de Europa recibieron el Premio al Pueblo Ejemplar.[9] La Fundación Princesa de Asturias quiso homenajear a estos trabajadores por su increíble labor a la hora de trabajar las tierras comprendidas en la zona de los Picos de Europa y conservar, durante generaciones, las importantes tradiciones pastoriles, como subir el ganado a pastar en altura durante los meses cálidos y bajarlos en invierno o la creación de quesos tradicionales asturianos, como el Cabrales, el Gamonéu o el Beyos. Estos pastores han usado durante años esta zona montañosa sin afectar a su estructura, realizando también actos de rescate cuando algunos montañeros resultaban heridos. Por todo esto, el jurado de los Premios decidió entregarle este reconocimiento hace ya 29 años.
Véase también
Referencias
Bibliografía
- González Trueba, Juan José (2007). «El Macizo Central de los Picos de Europa: geomorfología y sus implicaciones geoecológicas en la alta montaña cantábrica». Universidad de Cantabria. ISBN 978-84-690-6270-8.
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Picos de Europa.
- Rutas y curiosidades de los Picos de Europa
- Página oficial del parque nacional. Ministerio de Medio Ambiente.




